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Period un marinero novato de dieciséis años cuando me uní a mi primer barco, el RMS Britannic, el último de los White Star Liners. No había cambiado mucho para los pasajeros desde que el RMS Titanic de la misma compañía tuvo su trágico closing. El progreso fue lento en ese entonces. El Britannic finalizó sus travesías por el Atlántico con varias semanas navegando por los puertos del Mediterráneo. Muchos de nuestros populosos municipios de la Costa habrían sido entonces pueblos de pescadores.
El progreso en los cruceros desde entonces ha sido asombroso. Para ser honesto, prefiero las viejas formas pero no puedo detener el progreso. Cuando los pasajeros se embarcaban en esos galgos oceánicos, había que completar un largo y agotador proceso de registro y embarque mucho antes de que a uno se le mostrara la cabina.
Entonces reservemos un crucero en el último crucero de Royal Caribbean Intercontinental, el Quantum of the Seas. ¿Qué comparaciones se pueden hacer entre los dos períodos? El RMS (Royal Mail Ship) Britannic tenía un poco más de 700 pies de largo y pesaba un poco más de 27,000 toneladas. Los transatlánticos RCCL Quantum Class tienen el doble de longitud y 168.000 toneladas, siete veces el peso del transatlántico White Star.
Es mejor no pensar en las muchas horas que llevó finalmente recuperar el equipaje y llegar a la cabina de uno en los súper transatlánticos de ayer. Hoy, RCCL promete a sus 4.000 pasajeros que abordan que su equipaje será guardado y estarán en sus cabinas dentro de los 10 minutos posteriores a su llegada. Aeropuertos tomen nota. No habrá tuberías que lo lleven a bordo. Te registras en línea. No hay colas para unirse y tampoco esperará en una larga fila para que verifiquen su identificación, completen el papeleo y recojan las llaves de su camarote. Se toma una selfie, la carga en el sitio web de verify-in en línea, completa los detalles de su pasaporte e imprime su tarjeta de embarque. Muestre esto a seguridad y diríjase a su camarote.
La suya es una llave de tarjeta tipo hotel pero también recibe una pulsera WOWband. Cubre todas sus necesidades, incluidas las compras a bordo. Es resistente al agua, así que úsalo cuando chapotees en cualquiera de las muchas piscinas y jacuzzis del forro. No hay escape de la oficina o Facebook. El transatlántico utiliza un nuevo tipo de satélite cercano a la Tierra. El acceso a World wide web está asegurado en cualquier lugar del barco no hay puntos muertos.
El private del barco está equipado con tabletas, no del tipo que obtienes de la farmacia para dolores y molestias, sino con computadoras de mano que se encargan de cada necesidad. Una aplicación Royal iQ y un dispositivo Android le permiten planificar, cambiar horarios, como citas de spa, reservas para cenar, excursiones en tierra, etc. Las cabinas tienen puertos de carga USB.
Hay 45 estaciones iQ que interactúan con su WOWband. Estos acceden a todo y a todos, incluidos sus amigos a bordo. Los transatlánticos también tienen dos camareros robóticos. United states tu tableta para ordenar cócteles, estos son mezclados y entregados por robots. De repente, un viaje en el RMS Titanic parece bastante atractivo.
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